En las películas solemos ver que cuando hay un herido, los médicos, lo primero que hacen es medir los signos vitales: ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria, saturación de oxígeno, la temperatura y la presión arterial, entre otros.
Los signos vitales muestran qué tan bien está funcionando el cuerpo de la persona y con esa información podemos saber qué acciones debemos tomar con urgencia.
En la Iglesia también podemos medir signos vitales. Uno de ellos lo podemos encontrar en el documento de la Iglesia Evangelii Nuntiandi del Papa Pablo VI considerada la Carta Magna de la Evangelización.
Permítanme compartirles el No 14 de este documento:
“Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar, es decir, para predicar y enseñar, ser canal del don de la gracia, reconciliar a los pecadores con Dios, perpetuar el sacrificio de Cristo en la santa Misa, memorial de su muerte y resurrección gloriosa”.
Podemos afirmar sin equivocarnos que una Iglesia que no evangeliza tiene un problema en sus signos vitales, ya que ella “existe para evangelizar”.
Ahora te pregunto ¿Cómo están tus signos vitales? ¿Cómo están los signos vitales de tu comunidad?
Te animamos a que después de revisar esta realidad, te animes a iniciar un camino de preparación para poder vivir “la dicha y la vocación propia de la Iglesia” que es evangelizar.
Ánimo, no estás solo en esta tarea.
Y ya sabes, si necesitas ayuda, el equipo de servicio de EVANGELIZACION DOSMIL está para ayudar.
Son muchas las personas y comunidades que están orando por ti en este momento, y muchas otras están dispuestas a darte una mano para que salgas a evangelizar.